Ascender 114 escalones rodeados de selva y vestigios mayas vuelve a ser posible. A partir de diciembre de 2025, la pirámide principal de Cobá, conocida como Nohoch Mul o “la Iglesia”, reabrió oficialmente al público tras permanecer cerrada durante seis años por motivos de seguridad, marcando un hito tanto turístico como arqueológico en la Península de Yucatán.
Con 43 metros de altura, Nohoch Mul es la estructura piramidal más alta del norte yucateco. Su reapertura fue posible gracias a la instalación de una nueva escalera de madera, diseñada por la Coordinación Nacional de Obras y Proyectos del INAH y avalada por el Consejo de Arqueología. De acuerdo con el director del Centro INAH Quintana Roo, el etnólogo Margarito Molina Rendón, la escalera fue elaborada por carpinteros de la comunidad de Nueva Esperanza, utilizando maderas duras de la selva provenientes de Noh Bec, con técnicas tradicionales y décadas de experiencia.
Más allá del atractivo turístico, Cobá representa una de las ciudades mayas más extensas de su tiempo, con una superficie de aproximadamente 70 kilómetros cuadrados. Fundada hacia el año 200 a.C. y en pleno esplendor entre 500 y 1000 d.C., mantuvo alianzas políticas y comerciales con grandes centros como Chichén Itzá, Tikal y Calakmul.
Uno de los hallazgos más relevantes en años recientes fue una roca con glifos que permitió precisar su fecha fundacional en el año 569 d.C. A ello se suma un dato extraordinario: Cobá fue gobernada por al menos cuatro mujeres mayas, entre ellas Ix C’ak Chen e Ix Ch’akChen, cuyo poder político quedó registrado en estelas como la 26 y la 35.
La reapertura, resultado del diálogo entre el INAH y los ejidatarios locales, busca equilibrar conservación, seguridad y derrama económica. Hoy, Nohoch Mul vuelve a coronar la selva yucateca como un mirador al pasado, recordando que aún quedan muchas historias por descubrir bajo la tierra de Cobá.
