Música y danza

Santa Fe Klan reflexiona su paso del barrio al escenario global

El originario de Santa Fe, Guanajuato, recuerda que su inicio fue totalmente autodidacta: grababa solo, componía con lo que tenía a la mano y aprendía de oído

Con la sinceridad que lo caracteriza, Ángel Jair Quezada Jasso, mejor conocido como Santa Fe Klan, comparte el camino que lo llevó de grabar con un micrófono de mil pesos a convertirse en uno de los artistas mexicanos más influyentes de la actualidad. “Es un camino muy largo… Saber que vengo de abajo y que no estuvo fácil”, afirma el rapero, quien a sus 25 años suma millones de reproducciones y presentaciones con boletos agotados.

El originario de Santa Fe, Guanajuato, recuerda que su inicio fue totalmente autodidacta: grababa solo, componía con lo que tenía a la mano y aprendía de oído. Su padre fue quien le regaló aquel primer micrófono que, sin imaginarlo, marcaría el comienzo de una historia musical que hoy trasciende fronteras. Con más de una década de producción constante, Santa Fe se ha convertido en una voz representativa del rap y la cumbia contemporánea.

Su nuevo álbum, Baile Cholo, es un homenaje a las raíces que lo formaron. Con 26 canciones y diversas colaboraciones, el proyecto retoma la vibra de la cumbia y la cultura chola, pero desde una perspectiva más madura. El artista asegura que este disco refleja una etapa de transformación personal: dejó los excesos, la fiesta y los vicios para concentrarse en un sonido más cuidado y emocional.

Santa Fe Klan subraya que su identidad no es un personaje: “Muchos creen que digo que soy de barrio para verme bien, pero no. Me crié ahí y sigo aprendiendo cómo sobrevivir con respeto y humildad”.

A pesar de la fama, asegura que la motivación sigue siendo la misma: el amor por la música y las personas que lo han acompañado desde el inicio. “Sigo cantando con el mismo corazón que cuando le cantaba a mis primeros cien fans”, afirma.

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