Durante más de un milenio, la civilización del valle del Indo fue una de las sociedades más avanzadas del mundo antiguo, con ciudades planificadas, sistemas hidráulicos complejos y una economía agrícola sólida. Sin embargo, su desaparición siempre fue un enigma: no hubo guerras, invasiones ni destrucción violenta. Hoy, un nuevo estudio científico aporta una respuesta clave.
Investigadores encabezados por Vimal Mishra, en un trabajo publicado en la revista Communications Earth & Environment, concluyen que una serie de sequías fluviales prolongadas, algunas de más de un siglo de duración, transformaron de manera irreversible el paisaje y la organización social de la cultura harappana.
Mediante simulaciones climáticas y registros paleoclimáticos, el equipo identificó cuatro grandes periodos de sequía entre hace 5 mil y 3 mil años, uno de ellos con una duración de 164 años y una reducción de hasta 13% en las precipitaciones anuales. Esta presión hídrica constante debilitó la agricultura, redujo los caudales de ríos clave como el Indo y el Ghaggar-Hakra, y obligó a la población a abandonar gradualmente las grandes ciudades.
Lejos de un colapso repentino, el declive fue lento y silencioso. Las urbes se despoblaron, surgieron asentamientos más pequeños y las comunidades migraron hacia regiones con mejores condiciones de lluvia. El estudio subraya cómo incluso civilizaciones altamente sofisticadas pueden verse superadas por cambios climáticos prolongados, una lección con ecos claros en el presente.




