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Tumba de Loma Tendoma, el milenario sepulcro mixteco que resurgió de la tierra para su preservación

Intacto, guardándose por más de un milenio, un sepulcro mixteco resurgió con los estertores telúricos de septiembre de 2017. Después de un año de trabajos de conservación, por parte de un equipo inter y multidisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), La Tumba 1 de Loma Tendoma volvió a la tierra de la que vino, no sin antes revelar sus secretos y reencontrarse con sus descendientes, la gente de Santiago Tillo, en Nochixtlán, Oaxaca.

La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNPC) del INAH y la Embajada de Suiza en México, cuyo gobierno financió estas labores, dieron a conocer los resultados del proyecto de salvamento, documentación, estudio, conservación y protección del pequeño recinto funerario que, a modo de diorama, será reproducido en un espacio expositivo comunitario.

Los habitantes de Santiago Tillo nunca imaginaron que los sismos trajeran buenas nuevas. En un campo de cultivo de la Loma Tendoma, a escaso kilómetro del pueblo, se percataron de una oquedad; una breve inspección reveló el desplome de un par de travesaños de piedra, que dejaron al descubierto una tumba prehispánica con sus muros todavía policromados.

Desde ese momento, explicó María del Carmen Castro, titular de la CNCPC, los lugareños dieron aviso al personal del Centro INAH Oaxaca. Dada su importancia, el rescate devino en un salvamento arqueológico a cargo del doctor Marcus Winter.

Al interior, el equipo arqueológico registró y recuperó los restos óseos de tres individuos infantiles y cuatro adultos, pertenecientes a personajes de alta jerarquía que fueron depositados allí —en distintos momentos— entre 300 y 900 d.C.; algunos de ellos mostraban incrustaciones dentales de piedras preciosas. También se encontraron 45 objetos de uso cotidiano, de los que 25 son piezas cerámicas, entre ellos, 12 cajetes con los pigmentos que sirvieron para decorar el espacio, y dos vasos de alabastro.

Gracias al financiamiento del gobierno suizo, las tareas de consolidación y preservación pudieron desarrollarse entre mayo de 2019 y marzo de 2020. En videoconferencia, enmarcada en la campaña de difusión “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura, el embajador de Suiza en México, Eric Mayoraz, dio detalles del fondo que posibilitó la recuperación de este patrimonio cultural.

Cada año, el Ministerio de Cultura de Suiza selecciona y financia iniciativas de este carácter en todo el mundo, pero a raíz de la entrada en vigor del acuerdo suscrito entre ambos gobiernos sobre la importación, el retorno y la protección de bienes culturales, en 2018, nuestro país es priorizado en dicho fondo; otro proyecto beneficiado es el Gran Acuífero Maya, también del INAH.

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