Un equipo de paleontólogos mexicanos descubrió en Coahuila los restos de un titanosaurio de aproximadamente 72 millones de años. El hallazgo, anunciado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), representa una ventana única al ecosistema que dominó el norte de México durante el Cretácico tardío.
El fósil corresponde a un ejemplar juvenil de unos 12 metros de largo, aunque los adultos de esta especie podían superar los 20. Lo sorprendente es el excelente estado de conservación de varias vértebras y extremidades, lo que permitirá un estudio detallado de su locomoción.
Los titanosaurios eran herbívoros de cuello largo y constituyen uno de los grupos más diversos de dinosaurios saurópodos. Su hallazgo en México refuerza la teoría de que existían rutas terrestres que conectaban América del Sur con América del Norte, permitiendo un intercambio faunístico constante.
“Cada hueso nos habla de la biología de estos gigantes, pero también de la historia geológica de la región”, comentó la paleontóloga Felisa Aguilar. Los sedimentos donde se encontraron los restos sugieren que el animal habitaba zonas costeras con abundante vegetación.
Este hallazgo se suma a otros recientes en el estado de Coahuila, ya conocido como “la cuna de los dinosaurios en México”. Los investigadores planean exhibir los restos en un museo local, como parte de un esfuerzo por acercar la paleontología a las nuevas generaciones.
Más que un fósil, este titanosaurio es un testigo de un México prehistórico, donde gigantes caminaron en territorios que hoy conocemos como desierto.