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“El Zurdo” Martínez, voz y testigo del periodismo potosino durante cinco décadas

Estrena su libro "Ay sombra no te me vengas… déjame rezarte un credo" en la Casa Museo Manuel José Othón

Durante casi medio siglo, Gertrudis Francisco Martínez García vivió de cerca la evolución del periodismo en San Luis Potosí y México. Su carrera comenzó casi por casualidad en 1973, cuando una oportunidad inesperada en la Ciudad de México lo llevó a probar suerte en el periódico local El Sol de San Luis. Lo que empezó como una alternativa ante un trabajo fallido como vendedor de productos farmacéuticos, se convirtió en una verdadera vocación de vida.

“Si pudiera empezar otra vez, no sé si haría algo diferente”, reflexiona Martínez García. Sin experiencia, fue asignado a su primera capacitación con el maestro Juan José Rodríguez Medina, quien le enseñó a hacer las cinco preguntas básicas en una nota periodística. El camino fue duro, con notas breves y muchas correcciones, hasta que logró su primera gran publicación: un reportaje sobre la Clínica Chico Sen, que generó controversia y le valió una llamada directa del entonces gobernador Antonio Rocha Cordero para confirmar los hechos.

“Me dijeron que no querían reporteros mentirosos, que todo lo que escribí era mentira, pero yo corroboré cada dato”, recuerda. La experiencia con la fuente policiaca, que describe como “una gran maestra”, lo llevó a cubrir asesinatos, suicidios y accidentes en una época sin censura informativa, cuando el periodismo era más visceral y directo.

Martínez García cuenta con orgullo que la formación en medicina le ayudó a enfrentar la crudeza del trabajo sin caer en el miedo. Su paso por la fuente policiaca estuvo marcado por riesgos, como aquella vez que él y su fotógrafo estuvieron bajo sospecha de guerrilleros y con armas apuntándoles.

En septiembre de 1985 vivió en primera fila el sismo que sacudió la Ciudad de México mientras asistía a un curso para directores de medios. Desde la última planta de un hotel en Reforma, relató la conmoción y la responsabilidad de los periodistas para informar ante la tragedia.

A lo largo de su carrera, además de reportear, aprendió fotografía, armado de planas y todo el proceso de producción de un periódico. Martínez García destaca que el periodismo ha sido una vocación y que su pasión siempre fue la búsqueda de la verdad, pese a los cambios tecnológicos y sociales.

“Antes, los reporteros peleaban por exclusivas y había castigos si se perdía una nota; ahora con internet y redes sociales, el periodismo ha perdido parte de esa esencia”, lamenta. Sin embargo, asegura que la labor del periodista sigue siendo vital para la sociedad, y que tergiversar o inventar información daña la confianza y la verdad.

Como dijo Gabriel García Márquez, Martínez García concluye: “El periodismo es la profesión más bonita del mundo”.

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